MOP inspecciona tranques retendedores de aguas lluvias

16 de mayo de 2013

El director regional y profesionales del equipo técnico de la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH) del Ministerio de Obras Públicas realizaron una inspección a las pozas decantadoras de las quebradas que rodean a la ciudad de Copiapó y Tierra Amarilla, a fin de verificar en terreno el estado en que se encuentran las obras de contención de aguas lluvias más relevantes de la región.

Ello, como parte del Plan de Invierno impulsado por el Ministerio de Obras Públicas a lo largo del país y que comprende las medidas para anticipar acciones y prevenir situaciones derivadas de las condiciones climáticas, que afecten el adecuado funcionamiento de la infraestructura en zonas urbanas. “Cada año en el Ministerio de Obras Públicas establecemos un plan de trabajo con medidas destinadas a resguardar a la ciudadanía de efectos negativos de las lluvias, aluviones y crecidas en zonas urbanas. Este Plan de Invierno no sólo se realiza en colectores, quebradas y cauces naturales de ríos, sino también en caminos, carreteras, aeropuertos, caletas y bordes costeros a lo largo de nuestro país”, explicó el director de la DOH, Ignacio Urcullú.

Para ello se apoya en estudios técnicos que permiten identificar zonas de riesgo y puntos críticos de inundación en áreas urbanas y en los cauces naturales. Los estudios más relevantes son los Planes Maestros de Aguas Lluvias en grandes ciudades, Planes de Manejo de Cauces en los principales ríos del país y otros estudios específicos de cauces o de quebradas con riesgo aluvional. En cuanto a los cauces naturales, Peñaloza Herrero explicó que “las principales acciones consisten en la limpieza de sedimentos y vegetación que obstruyan el escurrimiento, encauzamientos con maquinaria y protección de riberas con pretiles de material fluvial, gaviones o enrocados”.

Al respecto, el director regional explicó que el Plan Maestro de aguas lluvias de la región de Atacama contempla constantes inspecciones y trabajos de mantención a fin de evitar que “los tranques de retención estén totalmente colapsados con sedimentos o basura, ya que en esa condición no logran cumplir su función de interceptar las aguas lluvias de la zona alta de la ciudad, produciendo el anegamiento de los respectivos sectores en que estos se emplazan en temporada de lluvias”.

Agregó que hoy en día estos se encuentran limpios gracias al trabajo conjunto con los vecinos y vecinas, detectándose sólo algunos focos de basura en la quebrada del sector Rosario de la capital regional que podrían afectar el normal funcionamiento de la piscina decantadora, la que al igual que los otros 12 tranques retenedores existentes en la capital regional se encuentra -en términos generales- en óptimas condiciones.

Esta situación se repite en el Tranque N°2, al final de calle Pablo VI, donde sí preocupa el exceso de basura existente aguas arriba del tranque, situación que se produce por lo alejado y solitario del sector, lo que facilita a los inescrupulosos que depositan todo tipo de basuras y escombros en él sin analizar el daño realizado.

Por tal razón, la máxima autoridad de la DOH del MOP en Atacama reiteró el llamado a los vecinos a mantener la limpieza del lugar y denunciar cualquier hecho que afecte el normal funcionamiento de estos. Por su parte, el tranque al final de calle Ágata se encuentra con un poco de basura en su interior, razón por la cual la DOH está realizando la verificación de volúmenes de diseño de la obra y la limpieza de ésta, pese a que en el ingreso de la quebrada al tranque y la zona de descarga se encuentra despejada sin elementos que obstaculicen el normal escurrimiento de las aguas.

En la visita al tranque N°8, ubicado en la intersección con Av. Los Loros y a un costado de los estanques de Aguas Chañar, se encontró agua en su interior de origen desconocido, además de material orgánico y basura, por lo cual se trabajará en conjunto con la Superintendencia de Servicios Sanitarios a fin de determinar el origen del recurso y verificar posibles fallas en el sistema de la empresa sanitaria. Además, preocupa el hecho que el acceso a la quebrada está ocupado por una toma ilegal, por lo cual se gestionará con la Gobernación Provincial el desalojo de las mismas, dado el riesgo que ello conlleva, ya que sus pobladores se encuentran en una zona de riesgos por las quebradas de menor envergadura que evacuarían sus aguas a dichas viviendas de material ligero.

Respecto al Tranque N°9, preocupa la situación particular en este sector de un grupo de viviendas de material ligero, el que ha ido aumentando año a año y que se encuentran justo aguas abajo del vertedero, el cual escurriría sus aguas por el camino existente, pudiendo inundar algunas de las viviendas que se encuentran en el área, más aun considerando que la toma abarca gran parte del terreno aledaño y ya llegó al costado del tranque, con el riesgo que ello implica para la población.

De igual modo, la visita inspectiva incluyó al tranque de Tierra Amarilla (Quebrada Meléndez), en el que se pudo observar la cámara totalmente quemada en su interior y sin su rejilla de protección, además de la existencia de acopios de material dispuesto en el interior del tranque que no tienen autorización de la DOH, por lo que se tomarán las acciones necesarias a fin de impedir que este hecho pueda “en caso de una gran crecida, puedan obstaculizar el libre escurrimiento de las aguas y entorpecer la evacuación de las mismas” indicó.

CONSTRUCCION DE NUEVOS TRANQUES

De igual modo, el director regional de Obras Hidráulicas visitó los tres nuevos tranques retenedores de aguas lluvias construidos en la Población Juan Pablo II de Copiapó, los que acumulan volúmenes de agua de lluvia con periodo de retorno hasta 100 años. Las obras, que significaron una inversión superior a los 319 millones de pesos permitirán mitigar la descarga de aguas lluvia producto de la bajada de quebradas ante eventuales precipitaciones en la zona.

“Los tranques básicamente corresponden a muros de material de relleno compactado por capas, los cuales están encargados de mitigar las crecidas” indicó Ignacio Urcullú, quien agregó que “junto a los muros se construyó un vertedero encargado de descargar las aguas de forma controlada y evacuarla por medio de canales” y, con ello, brindar a los vecinos y vecinas del sector mayor seguridad ante eventos producto del invierno.